La plaza que no tiene nombre

La plaza que no tiene nombre

Siguiendo la ruta por la Huerta del "Bichito", nos encontramos caminando por la prolongación de las calles de Muñoz Seca y Hermanos Machado, nos encontramos una plaza que no tiene nombre,o al menos sus vecinos desconocen al no existir una placa que así lo indique.

Hace algunos años le dieron nombre a una pequeña calleja que conduce a esta plaza,se llama (Senda de Santa Isabel)aunque apenas tiene unos metros, tiene dos indicadores con su nombre.

En la construcción de la plaza se contempla unas lagas escalinata que recuerdan a los anfiteatros romanos a la espera de alguna representación teatral,sus habitantes dejaron de usarla para convertirla en la senda de camino a sus casas o acompañar a sus hijos al colegio de San Eustaquio que se encuentra  al otro lado de la plaza.

Recuerdo que hace algunos años había un quiosco en la esquina del colegio  San Eustaquio donde un matrimonio mayor surtía de golosinas y bollicaos a los niños del colegio a la hora del bocadillo,recuerdo que recogíamos una bolsa de basura llena solo de bolsistas y envolturas de las golosinas que el viento desplazaba de un lado a otro.En esta placita sin nombre todos  los días nos encontrábamos  restos de bocadillos y cáscaras de pipas que emparte proporcionaban el alimento de los pájaros que allí habitaron.

Sanlúcar la Mayor tuvo en tiempo Ant,

arquitectos de construcciones hermosas como

 FRANCISCO PÉREZ BERGALI (1898, 1973)

Arquitecto de raíces sanluqueñas,y que hasta  el 12 de octubre de 2017 no fue desvelada su identidad y trabajos realizados por nuestro paisano a los Sanlúqueñ@s,hoy día deja mucho que desear las construcciones que nuestro ayuntamiento deja en manos de los arquitectos de los que se van sucediendo sin lograr la arquitectura ideal que asome nuestro pueblo ala contemplación del paseante y los visitantes que nos llegan de otros lugares,repitiendo el mismo paisaje de otras urbes,los extranjeros que visitan cada año nuestro pueblo me hablan de que cada año que nos visitan encuentran desaparecida algunas plazas o lugares que vestían esa visión y olor a pueblo,y que para visitar un pueblo que va perdiendo su identidad, prefieren pasar de largo y recordar lo que fue,y visitar otros lugares que les proporcionen la visión que buscan.Aun me queda mucho por escribir de mi pueblo y sus gentes,de lo que tuvimos y de lo que perdimos,a falta de tener un museo local,no estaría mal de tener algunos libros que en el futuro hablen de nosotros,de esa manera talvez seamos recordados por la futuras generaciones.Un saludo.

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